Para Maridajes de Vino perfectos debemos poner mucha atención a la comida que lo acompañan: Por ejemplo según los Tipos de Carnes, Aperitivos, Mariscos, Platos Fuertes, Postres, etc.
Maridajes de Vino para la cena
Los vinos blancos van con ensaladas, crustáceos y pescado, generalmente lo ideal es elegir un Chardonnay o un Sauvignon Blanc, por sus aromas y sabores suaves y frutales.
Si la cena es con pavo, se recomienda elegir un vino tinto ligero, que tenga poca acidez y sea algo afrutado. Dentro de esta categoría podemos encontrar algunos como el Zinfandel afrutado, un Pinot Noir o un Chianti Classico.
Las cenas con carnes asadas de vaca, cerdo, cordero y venado suelen ser acompañadas por un Merlot o un Syrah, ya que los sabores de estas carnes van muy bien con los aromas y la fuerza del tinto. En el caso del cerdo, también se recomiendo seleccionar un Riesling Seco o un Rosé.
Para asegurarnos de que todo el mundo participa en todos y cada uno de los brindis, recomendamos que acompañes estos momentos de un vino rosado, una opción muy suave e ideal para combinar sea cual sea el menú elegido para esa ocasión (desde una pasta italiana hasta un buen marisco). Será un acierto en todos los sentidos.
Vinos para sorprender en una barbacoa o un Asado
Chuletas de cordero
Si este es plato principal en la barbacoa, lo mejor es elegir un vino tinto de Rioja. Si buscamos un vino de crianza riojano, los aromas torrefactos de las barricas se fundirán con los tonos ahumados de la brasa.
La garnacha es la variedad perfecta porque admite, por ejemplo, acompañar una buena carne, pero con un toque más fresco y sutíl a nuestro paladar. El Coto Garnacha nunca defrauda si lo que se busca es un vino con delicados matices.
Entrecot
¿Dónde se consume mayor cantidad de carne de vacuno en el mundo? Probablemente, Argentina y Uruguay se sitúen a la cabeza, y sus vinos parecen estar hechos a medida para estas carnes rojas. Malbec y Tannat son un gran acierto.
Hamburguesas
Para una carne «informal», un vino «informal». Una buena opción para dejar a los invitados boquiabiertos sería servir un syrah australiano de una añada reciente, o bien un Ribera del Duero de breve paso por madera.
Pollo
La carne blanca adora el vino blanco, pero cocinada a la barbacoa reclama un poco más de intensidad. Un chardonnay con algo de madera funcionará de maravilla, pero sin excesos.
Chuletas de cerdo
En este caso, el riesling puede parecer un maridaje algo temerario inicialmente, pero después del primer sorbo y el primer bocado, los invitados caerán rendidos. Si se quiere sorprender aún más, se recomienda servir una sidra o una poiré.
Salmón
No todo va a ser carne. Un rosado seco, con o sin burbujas, asegura un encaje perfecto entre plato y copa. Hay que buscar un vino fresco, de buena acidez, para contrarrestar la grasa del pescado.
Verduras
Aunque no suelen ser el plato principal en las barbacoas, combinan muy bien con el resto de alimentos. Se recomienda maridarlas con un vino rosado con notas vegetales, como un merlot, o un blanco que les transporte instantáneamente al campo a través de sus aromas, como un buen verdejo con algo de madera.